30.9.11

Baile

Todos soñamos,
no todos en la noche.
Y nuestras consciencias descienden de la presión sin anestesia del mundo real. De un ir y venir de choques y preludios de llantos, angustias y asfixias. Todo nos evoca a ese pasado, a veces oscuro, que nunca nos reporta futuro alguno.
Una vez que los ojos se nos cierran, que la respiración baja de tono y comienzan a pasar imágenes por nuestra imaginación empieza el baile.
Allí estás , esperando a que yo me duerma para tomarme de las manos y, en silencio, bailar.


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